CONCURS LITERARI LLENGUA CASTELLANA SANT JORDI 2022

Núria Ruiz  – La historia de mi vida

Porque al final todo silencio regresa a lo que era… silencio.

FIN

Y con esto acabé mi primer libro, que probablemente también sería el último si me quedaba seco… 

Mi vida empezó de verdad cuando Sonia, mi dueña, me sacó del estuche en el que llevaba encerrado dos años, en el cual estaba solo y aburrido. En aquel entonces no sabía que mi dueña era escritora. El primer día que me utilizó, de la emoción que tuve, incluso me costó un poco hacer mi trabajo, pero ante el miedo a que me dejara olvidado, hice un gran esfuerzo. Aún recuerdo a la perfección las primeras palabras que escribió conmigo “Todos quieren un final feliz, pero ¿te das cuenta de que un final feliz no debería ser siquiera llamado como tal?” y ese fue el inicio de su primer libro.

Recuerdo noches y días trabajando sin parar, aunque eso era de las pocas cosas que me gustaba hacer, escribir, aunque tampoco podía hacer mucho más, al fin y al cabo era un boli.

Tengo que reconocer que por mucho que adorara a Sonia, a veces me sacaba de quicio que se pasara horas escribiendo para luego tirarlo todo a la basura… Incluso cuando eran historias magníficas. También odiaba cuando acababa por los suelos y mordisqueado por su molesto gato. 

Me siento afortunado, ya que pude ser testigo de maravillosas historias de aventura, fantasía y amor, no como otros bolis cuya función era solo escribir la respuesta a los deberes de la escuela.

También recuerdo el primer día que salí a la calle, me caí de las manos de Sonia y casi acabo perdido dentro de una alcantarilla, pero, afortunadamente, una niña muy amable me devolvió a mi dueña.

Tras cada palabra que escribía, era más débil, tenía menos tinta, y cada día sentía más cerca la muerte, a no ser que me cambiara la tinta, pero eso lo había descartado, ya que había visto morir a otros compañeros… Pero esa sensación no me impidió disfrutar la poca vida que me quedaba, sino que la viví con más energía y ganas, y con la esperanza de poder acabar un libro.

Y así fue. Justo cuando finalicé el libro, me encontré casi muerto, no me quedaba tinta, y supe que no podría seguir disfrutando de mi vida, pero me sentí muy alegre de ver la felicidad de Sonia al haber acabado su primer libro.

Y qué irónico que lo último que escribí fuera tan parecido a mi situación actual, ya que justo ahora me encontraba muriendo, pero otra vez encerrado en un estuche, solo y aburrido, a la espera de que algún día llegue alguien y me cambie la tinta, o no…

Nunca lo sabré, así que declaro este como el final de mi libro, de mi historia y de mi primera vida.

FIN